Entramos en clase y nada más llegar hay una chica nueva con una bonita sonrisa junto a Cristina y Belén, que parece que nos va a dar la clase, comento con un compañero que es igual que Cristina y no me equivoco.

Este día la clase de gimnasia rítmica fue dedicada a la mímica explicada e impartida por María Cadenas, hermana de nuestra habitual profesora Cristina, actriz y mimo profesional en francia. María comenzó explicándonos la diferencia entre la mímica común que todos conocemos y vemos por las calles de las grandes ciudades y la mímica parisina a la que ella se dedica, una mímica que por contrariedad a la ya conocida no está enfocada únicamente en los objetos, se centra intensamente en los movimientos del propio cuerpo y en sus expresiones corporales.

Después de presentarse comenzamos la sesión con un simple ejercicio de expresión corporal en el que ella realizaba movimientos y nosotros la imitábamos. Continuamos con un juego donde por parejas teniamos el objetivo de mirar al compañero a los ojos y corríamos hacia él dando hincapié en la mirada, mientras él hacía todo lo posible para no intentar cruzar su mirada con la nuestra.

[Tengo que decir que este ejercicio me encantó, además de porque era nuevo para mí, por el hecho de la rareza de querer mirar a una persona y que ella no quiera o retire la mirada para no cruzarla contigo. O visto desde el otro punto de vista, de que alguien quiera mirarte y tu pongas tu mirada en mil sitios, menos en los ojos del compañero o dicho de otro modo, escondas tu mirada].

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A continuación, de forma individual María nos mandó coger un objeto, y preparar una coreografía de 7-8 movimientos inusuales con ese objeto, en los que debíamos marcar los movimientos y señalarlos en voz alta mientras los realizábamos.

 

Una vez realizado esto, la profesora nos indicaba que en esos 7-8 movimientos, en 3 de ellos debíamos realizar uno amplio, uno lento y otro rápido consecutivo al lento. Después de pensarlos y practicarlos, hicimos nuestra composición de forma individual, actuando para el resto de la clase.

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Me llevo muy buenas sensaciones de esta clase, una clase en la que aprendí mucho en una sola hora, me sorprendió la forma en que podemos expresar muchísimas cosas sin hablar, solamente gesticulando con nuestro cuerpo. Además de lo bien impartida que estuvo por parte de María, de forma muy dinámica y divertida.